Estatua de sal

Ahí estaba ella, con esa cara de oler mierda que no se quitaba ni con chorros de Blue Light de Dolce y Gabbana.
Detras de la ventanilla, a modo de escudo, tal vez pensaba que ese tufo de colonia no llegaba a los clientes. Y es que incluso, si apuraba mi nariz podía llegar a oler a esencia de coco, una fragancia que de siempre me había dado repelús. Crema de manos tal vez.
Pero es lo jodido de tener la nariz sensible, que hueles la mierda y el perfume el primero.
Me acuerdo una vez que subido en el ascensor, estando solo dos personas, un tufillo sibilino penetraba mis fosas nasales como lo harían cuatro drogatas maricones petando, que no desvirgando, mi culo.
Me giré al hombrecillo y me dijo:
- Has sido tu.
Que coño le vas a costestar, tan solo apreté con fuerza y un sonoro pedo hizo acto de presencia a la vez que intentaba que no saliera con regalo, y mientras me dirigia al hombrecillo, las puertas se habían abierto y yo dije:
-He sido yo.
Una chica vulgar y acorazada detras de un archivador esperaba para entrar, nos miró, olisqueó y dijo esperar el siguiente.
Los dos siguientes pisos fuimos cuatro los que esperabamos nuestro destino a la vez que escuchamos al horrible Kenny G.
Pero dejemos de hablar sobre mi culo.
La chica es el concepto. Esa chica que tanto te pone un sello, te verifica un pagaré como te enseña las tetas gracias al escote veraniego, y claro ella no se da cuenta que todos los hombres que desfilamos por ahi y que tenemos una posición elevada sobre ella nos fijamos.
Unos pechos bonitos, de plástico pero bien hechos. Le quedan de maravilla pese no tener una 90-60-90.
Lo del escote, creo yo, es una tactica como cualquiera; mientras le miras las tetas no le vas a discutir, bueno, si eres un malo malote que espera seguir la tactica de no molestarse en admirar dicha escultura anatomica esperando que le estampe las bragas en el cristal de separación, pasas de ella con cierto aire de " no me interesa". No por estar casado o por ser maricón, directamente es tu pose.
Yo tarareo "Jackson" de Carter y Cash, mientras juraria escuchar de la base para el Ipod que tiene al lado del pc el "Rape me" de Nirvana.
La jefa amargada que tiene unos metros mas atras y que cada vez que puede le mete una mirada de desprecio, supongo que por ser joven y guapa, no creo que tenga ni puta idea de quien es Nirvana ni que significa la canción "Rape me". Pero en eso reside la gracia.
Salgo de mi mundo bobalicón cuando la estatua de sal me pide otro justificante insignificante. Yo vuelvo a lo mio, que las pastillas para dormir no me ayudan a dormir pero a divagar hasta pasadas las dos, lo que quieras y mas.
Sin duda los malotes ganan siempre, pero es que a mi eso de forzar la postura como que no.
Mejor pago el recibo, que es a lo que he venido, y me marcho a casa a cascarmela; eso si no encuentro cuatro yonkis amables que quieran darme amor.

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